Gerson Terrero abogado y escritor, pondera artículo de la maestra Sussy Feliz

Siempre que esta inteligente mujer llamada Susy Féliz escribe algo, tengo que leerlo varias veces. Ahora ha escrito sobre un tema que llama mucho a la atención, Es que el mundo virtual ha dado lugar a que se lleve a cabo una vida virtual.

La autenticidad, según la autora, ha sido resquebrajada para dar paso a una vida artificial apoyada en el artificio de las redes. Hace días mi gran amigo Ysidoro Domingo Féliz Cuevas y yo
conversábamos sobre un amigo nuestro que observa en su diario trajinar una vida muy sencilla. A pesar de haber caminado el mundo en cruceros y aviones, y a pesar de haber ido a disfrutar de muchos de los lugares más llamativos del mundo, este amigo tiene en su portada de Facebook un paisaje del mar Caribe visto desde su finca, y en su foto de perfil lo que tiene es una simple matita de café. El amigo vive una realidad tan real y feliz, que no necesita inflarla por las redes. Es lo contrario a la tendencia del mundo de hoy: aparentar, aunque todo diste tanto de la realidad. Es este el acierto del artículo de Susy Féliz.

El mismo desnuda una realidad que genera tanta infelicidad, sufrimientos y contradicciones en quien la vive: la realidad de querer aparentar que un simple momento, una simple foto de tu vida, es toda tu vida. Es muy bueno disfrutar, es muy bueno compartir los mejores momentos de tu vida con fotos, videos y todos los medios que nos propone la tecnología.

Eso es bonito y ayuda a contagiar felicidad, Pero inflar nuestras vidas a través de los artilugios, las apariencias y los engaños de las redes, es la mayor apuesta a decepcionarnos posteriormente, cuando la verdad tarde o temprano aflore. Somos respetuosos de la vida y espacio de cada quien y respetamos que lo disfrute a su manera, siempre y cuando no haga daño a los demás. Pero, en lo particular, consideramos muy oportuna la reflexión de Susy Féliz, en la que se nos invita a vivir en la felicidad y la armonía sin la necesidad de estar bajo los apuros de una vida inflada, nutrida de hinchazón.