El paro cardíaco aparece después de señales de alarma desatendidas
Muchos pacientes con paro cardíaco habrían pasado por alto señales de alarma como el dolor de pecho o la disnea que, de haberlos atendido, aumentarían las posibilidades de sobrevida, según sugieren los resultados de un nuevo estudio de Estados Unidos.
El paro cardíaco ocurre cuando el corazón deja de latir
inesperadamente, lo que impide que el oxígeno llegue al cerebro
y otros órganos vitales. Es fatal si no se brinda asistencia en
minutos.
Pero en la mitad de los casos existen señales de alarma en
las cuatro semanas previas que tienden a repetirse dentro de las
24 horas antes de que el corazón deje de latir, según publican
los autores en Annals of Internal Medicine.
“Antes, pensábamos que el paro cardíaco era un evento
inesperado con muy pocas señales de alarma y casi sin tiempo
para intervenir”, dijo el autor principal, doctor Sumeet Chugh,
director asociado del Instituto del Corazón de Cedars-Sinai, Los
Angeles.
“Eso abre una nueva ventana de oportunidad para anticipar y
prevenir el paro cardiorrespiratorio”, agregó.
El problema es que apenas una de cada cinco personas que
tienen esos síntomas de alarma pide ayuda. Cuando lo hacían y
llamaban al 911, las chances de sobrevivir crecían un 32 por
ciento, comparado con el 6 por ciento de los pacientes con
síntomas, pero que no pedían asistencia.
Uno de los desafíos más grandes para evaluar esos síntomas
es que muchos pacientes mueren antes de llegar al hospital.
El equipo de Chugh analizó información de 839 pacientes con
paro cardíaco en Portland y contaban con el detalle de los
síntomas que habían proporcionado los médicos del hospital, el
equipo de emergencias y los familiares u otros testigos. Los
pacientes tenían unos 53 años y la mayoría era hombre.
El 54 por ciento de los hombres y el 24 por ciento del grupo
de 430 pacientes con síntomas de alarma habían tenido dolor de
pecho. Pero, en las mujeres, la disnea era más común que en los
hombres (31 versus 14 por ciento).
Los mayores y los pacientes con cardiopatías eran los más
propensos a llamar al 911.
Tras considerar las diferencias entre los pacientes y las
maniobras de reanimación utilizadas, la llamada al 911
cuadruplicó las chances de sobrevida en los pacientes con
síntomas de alarma.
Los autores consideran que una limitación del estudio es
haber tenido que excluir a un 24 por ciento de los pacientes
potenciales por falta de información sobre los síntomas.
Aun así, los resultados coinciden con lo que los médicos
conocen sobre cómo puede ocurrir la muerte súbita, según señaló
el doctor Jeremy Ruskin, de la Facultad de Medicina de Harvard y
director del Servicio de Arritmias del Hospital General de
Massachusetts, Boston.
“El dolor de pecho y la disnea indican que disminuyó la
cantidad de sangre que llega al corazón, un mecanismo
responsable de las arritmias que provocan el paro cardíaco”,
sostuvo Ruskin, que no participó del estudio.
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