Huyen de República Dominicana dos pilotos franceses condenados por tráfico de cocaína
SEGÚN LA WEB DEL DIARIO "LE FIGARO", LOS DOS PILOTOS SE ENCUENTRAN DESDE EL PASADO SÁBADO EN TERRITORIO FRANCÉS
Dos pilotos franceses condenados en República Dominicana a 20 años de cárcel por tráfico de drogas abandonaron el país, del que tenían prohibida la salida, y se encuentran en Francia, informan hoy medios galos.
Pascal Jean Fauret y Bruno Odos fueron arrestados junto a otros dos franceses en el aeropuerto de Punta Cana en marzo de 2013 cuando se disponían a despegar con rumbo a Saint-Tropez en un Falcon en el que las autoridades dominicanas hallaron 700 kilogramos de cocaína, valorados en 30 millones de euros.
Pese a que los pilotos aseguraron en todo momento desconocer el contenido de las 26 maletas que transportaban, el Primer Tribunal colegiado del Distrito Nacional de República Dominicana les declaró culpables de asociación para cometer el crimen de narcotráfico internacional y les condenó a 20 años de cárcel.
Su pena fue enseguida apelada por sus abogados, por lo que los condenados no entraron en prisión, pero tenían prohibido abandonar el país.
Según la web del diario "Le Figaro", los dos pilotos se encuentran desde el pasado sábado en territorio francés.
La televisión "BFMTV", por su parte, aseguró que los dos pilotos se encuentran en sus domicilios en la región de Lyon y que sus abogados tienen previsto ofrecer mañana una conferencia de prensa.
Según este medio, Pascal Jean Fauret y Bruno Odos habían sido pilotos de la Armada francesa y fue un comando de antiguos compañeros militares el que se trasladó a República Dominicana para sacarles del país, donde se encontraban bajo arresto domiciliario.
"BFMTV" agregó que los dos pilotos fueron trasladados a un barco que se encontraba cerca de la isla y, en ese medio, llevados a otra isla francesa, sin precisar si se trataba de Guadalupe o Martinica.
Desde ahí tomaron un avión que les trasladó a París, agregó.
Fauret y Odos deberían ser arrestados en las próximas horas por las autoridades francesas.
Sus abogados esperan que sean de nuevo juzgados en Francia, donde esperan tener un proceso más justo.
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